
En si, el Carnaval es una gigantesca representación, una obra de teatro a gran escala. Cada fraternidad (comparsa) juega un rol simbólico en la obra y sus integrantes, mediante diferentes pasos de bailes o disfraces, van dibujando la trama a lo largo de los días. En la foto, por ejemplo, aparecen los miembros de una Kullawada, que representan a diferentes miembros de la sociedad boliviana postcolonial. Son precedidos por los Caporales, bailarines y bailarinas que invocan la sensualidad; y anteceden a las Diabladas, Llameradas y Morenadas, que llevan los vestidos mas conocidos del Carnaval (el típico demonio con ojos saltones y tocado de plumas). Los Tinku ya no participan activamente en las celebraciones de Oruro debido a la violencia de su... baile. El Tinku es una batalla ritual que se practica, sin embargo, en varias comunidades de Bolivia. Quienes participan de ella suelen agredirse con palos, garrotes, y hoy día, con botellas de cerveza. Es de agradecer que se haya eliminado esta costumbre en una fiesta donde el alcohol favorece la erupcion de esa violencia primaria que late en una buena porción de la sociedad boliviana. Con ese fin se ha inundado el mercado con bombitas, pistolas, y hasta ametralladoras de agua que son usadas a discreción, y sin ninguna sutileza contra los extranjeros que visitamos el Carnaval...

Vendredi, suite des defiles, toujours de l aube au crepuscule. Cette fois ci ce sont les "fraternidades" tant attendues, cad chaque compagnie dansant sa propre Diablada. J ai l impression que c est tout le pays qui defile devant nos yeux.
Oruro c est environ 25 000 personnes excitees et au minimum autant de canettes de biere " Pacena" ingurgitees. Pour se preverser au mieux de cette orgie dans les hotels au prix astronomiques avec salle de bain partagees, nous avons non sans peine decroche une chanbre chez l habitant. C est assez drole a ce propos d observer l explosion du marche du matelas ou de la friteuse a Oruro, chacun cherchant a empocher des bolivianos avec le carnaval. C est donc chez Ferni ou nous avons recu Sergio et Fernando, deux amis de Carlos aussi en voyage bolivien.
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