
Guemes, ne cherches plus, nous sommes la !
Et Salta, tu me plais.

Ehem... a mi tambien me gustas, Salta. De Guemes no tengo mucho que decir salvo que esta por todos lados, en todas y cada una de las plazas salteñas, y que se ha ganado un lugar frente al Cerro San Bernardo, de espaldas al cerro San Bernardo más bien, obsequiándole el trasero de su caballo a la inmortalidad. Ignoro por qué este monumento conmovió tanto a Marie, pero yo prefiero rescatar a esas delicadas mujeres de bronce de la plaza central. Ni uno ni otro, por supuesto, son representativas de Salta, que se merece un comentario más detallado. Pero que baste con decir que hemos discutido, después de unas copas de vino, la conveniencia de instalarse a vivir alli de una buena vez por todas. Si lo haremos o no depende, como todo, de una mezcla de azar y buen clima, factores imprescindibles a la hora de elegir un lugar donde sentar cabeza...
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire